La razón tras del aumento anual del 3% en los dormitorios
La universidad, la matrícula y las tasas son costosas, y estas son razones suficientes para abrumar a muchos estudiantes. Pero el costo no termina ahí. El costo de la vivienda y otros gastos de vida es algo que los estudiantes no suelen tomar en cuenta cuando están calculando el costo de la asistencia, a pesar de ser gastos importantes e inevitables.
Después de asistir a un “Talking Circle” virtual y organizado por el Senado estudiantil a principios de febrero, GSU se ha comprometido a aumentar el costo de la vivienda en el campus anualmente. Teniendo en cuenta que la “vivienda asequible” es un enfoque significativo para la universidad, pero es importante saber más detalles sobre esta política y el razonamiento detrás de su implementación.
Para obtener respuestas a estas preguntas, el Phoenix contactó a Mushtaq Choudhary, Director de Servicios Auxiliares y Vivienda Universitaria de GSU. Choudhary ha estado con GSU desde octubre del 2015 y esta posición refleja su carrera de casi dos décadas en la educación superior.
Cuando se le pidió que proporcionara una breve descripción de la decisión de la universidad de aumentar los costos de vivienda anualmente, Choudhary comenzó con un término “pro forma”; según Choudhary, cada vez que una nueva estructura es construida por una institución, se escribe un estado financiero “pro forma.” Choudhary explica que estos informes están “basados en escenarios hipotéticos que [implican] suposiciones o proyecciones financieras“. Además, estos informes incluyen “estimaciones de ingresos, costos que se incurren (incluido el servicio de deuda) y el retorno neto que se espera de un proyecto“.
Basándose en el informe “pro forma”, Choudhary dice que “se recomendó que las tarifas de las habitaciones de vivienda aumentaran anualmente en un 3%”. Este porcentaje está destinado a compensar los costos de inflación, a apoyar el mantenimiento en curso de la instalación y a cubrir costos inesperados (es decir, daños debidos a climas extremos). Los estudiantes pueden sorprenderse por el costo de mantener el edificio durante un año fiscal típico; Choudhary señaló que el costo de reparaciones y renovaciones durante el año académico anterior fue de $98,500.
Desafortunadamente, la instalación de vivienda universitaria experimentó un aumento adicional en el costo durante este año académico para los costos de mantenimiento que no habían sido contabilizados en el informe “pro forma” original. Según Choudhary, este inesperado aumento del costo ha financiado “mejoras HVAC para apoyar la modificación realizada a la calidad del aire (debido a COVID-19) “, áreas de desinfecciones adicional en las instalaciones, entrega de comidas para estudiantes en aislamiento en el campus, y “el costo continuo de mejoras tecnológicas para apoyar la entrega de instrucción remota durante la pandemia“.
Con el fin de cubrir estos costes adicionales, la universidad ha implementado un aumento adicional del 0,5 % anual. Este aumento adicional se mantendrá hasta que estos costos de mantenimiento adicionales ya no sean necesarios.
Es importante que los estudiantes noten que, a pesar de los aumentos anuales contratados, los residentes están garantizados a pagar el costo acordado en su contrato original, siempre y cuando los residentes renueven con éxito sus contratos dentro del “período designado“. En otras palabras, no se verán afectados ni por los aumentos del 3% ni del 0,5% si se vuelven a contraer correctamente.
Cuando se le preguntó sobre el peligro de sacrificar la etiqueta de “asequibilidad” de GSU en aras de la renovación, Choudhary respondió señalando que Governors State todavía cuenta con la vivienda más asequible en el campus en el estado de Illinois a pesar de los aumentos de costos necesarios de la universidad.
Choudhary estimó que el costo de vida continuará aumentando a la tasa del 3% anual durante aproximadamente los próximos 10 años. Proporcionó esta estimación basándose en cuánto tiempo cree que tomará para que la universidad pague su préstamo para la instalación. Una vez completado el pago del préstamo, la universidad reevaluará y tomará nuevas decisiones sobre un patrón de aumentos de costos anuales.
Choudhary dijo que es difícil estimar cómo cambiarán estos aumentos anuales durante el período de reevaluación porque las necesidades de la universidad pueden ser diferentes dentro de 10 años. Por ejemplo, GSU puede decidir renovar las instalaciones actuales o ampliar las viviendas en el campus mediante la construcción de otro edificio. Decisiones como estas afectarían en última instancia el costo de la vivienda, pero son difíciles de predecir con antelación.
Los aumentos anuales de costos también son necesarios para implementar los cambios sugeridos por los residentes de la instalación. Por ejemplo, Prairie Place (la instalación de vivienda en el campus de GSU) ha enviado una encuesta de “calidad de vida” a sus residentes cada año, preguntando sobre las fortalezas y debilidades de la instalación de vida en el campus. Las respuestas a estas encuestas se consideran seriamente, y como respuesta, se llevan a cabo cambios razonables en la instalación. “Si no pediríamos a nuestros estudiantes [sus opiniones], no estaríamos sirviéndoles a las necesidades de los estudiantes “, dijo Choudhary.
A pesar de que el compromiso de la universidad por el comprometedor 3% anual del por vida en el campus puede sorprender a algunos estudiantes, pero estos aumentos permiten a la universidad mantener sus instalaciones para la salud, la seguridad y la comodidad de sus residentes en el campus, manteniendo al mismo tiempo los costos más bajos a nivel estatal de vivienda en el campus. Parece ser que GSU hubiera logrado mantener su punto de venta de asequibilidad mientras equilibraba su aspiración de crecimiento del campus y poder mantener manten las instalaciones.